El embajador de la República Islámica en el Reino Unido, Mohsen Baharvand, reprochó el miércoles la política de “doble rasero” de los países occidentales en Viena y lamentó que, a la hora de dialogar, estos países suplican por negociar con Irán, pero cuando ambos lados se sientan a la mesa de negociaciones, empiezan a generar “expectativas extrañas”.
La postura occidental durante las conversaciones de Viena sobre el pacto nuclear —de nombre oficial Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés)— ha estado basada en “una política mediática hostil”, llena de “prejuicios, amenazas y exageraciones” contra Irán, escribió el diplomático en su cuenta de Instagram.
“Esta es su forma de interactuar con países no aliados […] Cuando no negociamos con ellos, utilizan todas sus herramientas e hipócritamente se muestran a favor del diálogo y la interacción”, fustigó el funcionario persa, para luego enfatizar que la parte occidental recurre a “demandas aparentemente hermosas” hasta que logra convencer a Irán de sentarse a la mesa de diálogos.
“En cuanto Irán esté convencido de sentarse a la mesa de diálogos, empiezan a expresar sus extrañas expectativas, no le dan un derecho a la otra parte y adoptan una postura agresiva. Hacen que cualquier negociador con un enfoque constructivo y positivo se arrepienta [de haber participado en la conversación]”, aseveró Baharvand.
El diplomático persa agregó que la mayoría de los grandes medios de comunicación “mundialmente famosos” también acompañan deliberadamente a estos países en este “juego injusto” y repiten tanto sus “discursos sesgados” que pueden engañar a cualquier político y diplomático.
Conforme a Baharvand, estos países tienen buenas habilidades para realizar su “juego hipócrita y engañoso”; sin embargo, los ángulos visibles y ocultos de tal entramado, después de tantos años de presión política y económica contra la nación iraní, quedan “claros” para la República Islámica.
En este marco, cerró sus palabras poniendo énfasis en que la forma de lidiar con este “comportamiento insidioso” de los socios occidentales del PIAC es resistir sus intentos de lanzar una “guerra psicológica” y “evitar la pasividad” contra ellos.
El país persa ha mostrado la máxima moderación y ha pagado un alto precio para preservar el acuerdo nuclear del que salió de manera unilateral EE.UU. en 2018, por lo tanto, pide garantías objetivas y verificables a sus socios del Grupo 4+1 (el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania) para reactivar el pacto firmado en 2015 que busca eliminar las sanciones estadounidenses contra Irán.
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